jueves, 20 de noviembre de 2014

Siete preguntas sobre el Ébola



La epidemia está fuera de control en África, pero la probabilidad de que acabe siendo una pandemia mundial es mínima

Pandemia del Ebola Africa

 1. ¿Qué es el Ébola?
El Ébola es un virus que produce fiebres hemorrágicas. Pertenece a la familia de los Filovirus del orden Mononegavirales, del grupo V de la clasificación de Baltimore, con genoma ARN monocatenario de sentido negativo. Son virus filamentosos muy largos, de hasta 14 micras de longitud, con una cápside proteica de estructura helicoidal y rodeados de una envoltura.
Dentro del género Ébola se describen hasta cinco especies distintas:
  • Zaire ebolavirus,
  • Reston ebolavirus,
  • Sudan ebolavirus,
  • Bundibugyo ebolavirus y
  • Tai Forest ebolavirus
No todas son igual de peligrosas, las especies Zaire, Sudan y Bundibugyo ebolavirus se han aislado en África y están relacionadas con muertes en humanos; las especies Reston y Tai Forest ebolavirus se han aislado en Filipinas y en China y son menos virulentas, hasta ahora no están relacionadas con ninguna muerte humana. Zaire ebolavirus es la especie más letal.
 2. ¿Cuántos casos de Ébola hay ahora y dónde?
Parece ser que el primer caso de este brote actual ocurrió en diciembre de 2013, pero fue el 21 de marzo de este año 2014 cuando el Ministerio de Salud de Guinea anunció un brote de Ébola en 49 personas. Unos días después, el Instituto Pasteur secuenció el genoma del virus y confirmó que se trataba de la especie Zaire del género Ebolavirus. En mayo se notificó el primer caso en Sierra Leona. A finales de julio, este brote de Ébola es ya el más extenso que ha habido jamás: 1323 casos (entre confirmados en el laboratorio, probables y sospechosos) y 729 muertos (tasa de mortalidad del 55 %), en cuatro países distintos, Guinea, Sierra Leona, Liberia y Nigeria (en este país de momento sólo un caso). Además, es la primera vez que se confirma la transmisión de este virus en grandes ciudades, las capitales. Hasta ahora siempre había ocurrido en zonas rurales.






Pandemia del Ebola Africa



3. ¿Cuáles son los síntomas de una infección por Ébola?
La infección por Ébola se manifiesta muy rápidamente. Tras un periodo de incubación de unos pocos días, enseguida comienzas a sentirte mal, te sientes muy cansado, pierdes el apetito, tienes fuertes dolores de cabeza y fiebre alta, te duele la tripa y sientes nauseas. Pronto sigue con una diarrea acuosa y vómitos al mismo tiempo. En los peores casos, a la semana comienzas a tener erupciones por toda la piel. Pocos días después la cosa se complica y comienza la necrosis del hígado, riñón y bazo, siguen hemorragias digestivas y pulmonares, vómitos de sangre y pérdida de fluidos por todos tus orificios. También puedes comenzar a tener coagulación sanguínea diseminada. En breve, fallo renal, dificultad para respirar, encefalograma plano y muerte.
El Ébola es uno de los virus más mortíferos, con tasas que van desde el 50 hasta incluso el 90 % de mortalidad. Este tipo de virus están clasificados como potenciales agentes de guerra biológica.
4. ¿Cómo se transmite?
El virus se introduce en la población humana por contacto con animales salvajes. La infección por Ébola es una zoonosis: una enfermedad de los animales que se transmite al hombre. Luego, el virus puede pasar de persona a persona a través del contacto directo con cualquier fluido corporal (sangre, orina, sudor, semen, leche materna...). El virus Ébola NO se transmite por el aire, ni por mosquitos. Los brotes son muy localizados, normalmente familiares y personas del mismo grupo o tribu y personal sanitario. Y esto tiene su explicación. Muchos ritos funerarios africanos suponen despedidas familiares muy efusivas: el cadáver se vela en familia durante varios días antes de enterrarlo y la familia y los allegados se despiden del difunto con besos, abrazos y caricias al cadáver. Si el fallecido estaba infectado por Ébola, el virus se transmite rápidamente entre toda la familia y la tribu. Cuando enferman van al hospital y los siguientes en la cadena de transmisión son el personal sanitario, que si no sospecha que hay un brote de Ébola, no toma las medidas de prevención y contención necesarias. Por eso, los brotes suelen afectar a familias y al personal sanitario.
5. ¿Cómo se cura?
De momento no tiene curación. No hay ningún tratamiento específico. No hay vacuna. Sin embargo, se está trabajando tanto en nuevos antivirales específicos contra el Ébola como en vacunas.
6. ¿Qué posibilidad hay de que se extienda por el mundo?
Prácticamente ninguna. El virus Ébola no está adaptado al ser humano, es un virus de animales. Y en humanos la mortalidad ya hemos visto que es muy alta. En ese sentido podemos decir que es un patógeno "poco adaptado". Puede infectar al hombre, se transmite por contacto muy estrecho y enseguida acaba con su víctima, por lo que la cadena de transmisión del virus acaba pronto y los brotes son puntuales y esporádicos. Los brotes por Ébola siempre son pocos en número, pero muy intensos y mortales. Por el contrario, un virus muy adaptado a su huésped es aquel que lo infecta, se transmite fácilmente y en la mayoría de los casos no mata al huésped, sino que puede continuar dentro de él aunque lo enferme. De esta manera la cadena de transmisión se extiende y dura más en el tiempo, lo que puede llegar a causar epidemias en vez de brotes puntuales.
Las posibilidades de que el Ébola se extienda por todo el planeta, se transforme en una pandemia (epidemia mundial) y cause cientos de miles o millones de muertos, son mínimas. Vivimos en un mundo globalizado y no se puede descartar que haya algún caso fuera de África, pero las condiciones sanitarias y de control en Europa y en América son muy diferentes.



Pandemia del Ebola Africa

 Desde los primeros casos de Ébola en 1976 ha habido unos 2.000 muertos. La malaria mata a 3.200 personas cada día. Más de 4.000 personas mueren cada día de diarreas infecciosas. Las serpientes y otros animales venenosos causan 55.000 muertos cada año, 27 veces más que todos los muertos por Ébola en 38 años.



7. ¿Por qué antes no había Ébola y ahora sí, de dónde surge?
El reservorio o almacén donde se "esconde" el virus en la naturaleza no se ha verificado definitivamente, pero ya hay pruebas de que el virus se encuentra en murciélagos frugívoros, que se alimentan de fruta, como las especies Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti y Myonycteris torquata. En estos pequeños mamíferos el Ébola tiene su ciclo natural. De ahí pasa a infectar animales salvajes, principalmente primates. En África se han documentado casos de infección asociados a la manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos, monos, antílopes y puercoespines infectados que se habían encontrado muertos o enfermos en la selva.
El virus Ébola es un claro ejemplo de virus emergente, que está "escondido" en animales silvestres o salvajes y "aparece" al favorecerse el contacto entre determinados animales y el hombre. Como hemos comentado, los ritos funerarios característicos de esas zonas de África y las condiciones sociales y sanitarias contribuyen a su extensión. En este caso concreto, hay que tener en cuenta que Guinea, Liberia y Sierra Leona son tres de los países más pobres del mundo, con unas infraestructuras y un sistema sanitario pésimo, donde han ocurrido deforestaciones masivas y que han sufrido varias guerras civiles en los últimos años. No cabe duda de que esto ha influido muchísimo en la aparición y extensión de la epidemia.

Factores que intervienen en la aparición de "nuevos" virus emergentes:
  • la naturaleza y biología características del propio virus, como su enorme velocidad de multiplicación y capacidad de mutación y recombinación.
  • factores humanos que contribuyen a la extensión, como el hacinamiento y la falta de higiene que favorecen especialmente la transmisión, o la globalización que facilitad su diseminación.
  • la acción del hombre sobre los ecosistemas y el medio ambiente, como las deforestaciones, la construcción de grandes presas o el calentamiento global del planeta.

martes, 18 de noviembre de 2014

Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas (V)

Cocina mejorada Peru Los Andes

 Te traigo la quinta parte de uno de mis trabajos, vinculado al tema cocinas mejoradas que fue recientemente publicado en la Revista Cubana deSalud Pública titulado Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas.
En la Introducción de este trabajo, te explicaba que en la mayoría de los hogares rurales en Perú se usan cocinas tradicionales que emplean combustible productores de humo, contaminante del ambiente con afectaciones en la salud. El control de la contaminación del aire en viviendas rurales está siendo atendido con la implementación de proyectos de cocinas mejoradas.
En publicaciones anteriores, te comenté sobre los objetivos  de esta investigación que eran analizar las percepciones de las mujeres acerca del uso de la cocina mejorada y sus beneficios en salud. Y también te describí las características del método aplicado.
En esta ocasión quiero entregarte la parte final de este trabajo y espero que haya servido para difundir la necesidad de crear condiciones y propiciar la mejora en las condiciones de vida de las comunidades andinas peruanas.


Cocina mejorada Peru Los Andes


EL ANTES Y EL PRESENTE. PERCEPCIONES Y MOTIVACIONES

Día tras día y durante toda su vida, las entrevistadas han pasado muchas horas cerca de la cocina. El migrar de una cocina tradicional a una cocina mejorada constituye, con una poca inversión de dinero y materiales, un cambio significativo en la vida de todas ellas.
De manera favorable, se puede indicar que con la intervención ellas han percibido una disminución de sus malestares oculares, de la tos y de los riesgos de accidentes (quemaduras). La ausencia de confort térmico no las desanima en continuar usándolas. La cocción de los alimentos no representa ya las casi nueve horas diarias que debían estar frente a la cocina tradicional, sino solo tres horas. Las mujeres ya no soplan con fuerza y repetidamente para mantener encendida la leña, y el menor consumo de esta representa un gran alivio al limitado presupuesto familiar. Además, se apreció el agrado de cocinar y permanecer en la cocina con ropa bonita y vistosa, teniendo en cuenta que las manchas y quemaduras pertenecían al pasado.
De manera desfavorable, se determinó que las entrevistadas no supieron indicar el tiempo de vida útil de la cocina mejorada, además de asumir sin indicios de alarma, una menor presencia de humo y no el control total del humo, como se espera con este tipo de intervención (tabla 1).
En los grupos focales se hizo la siguiente pregunta: ¿por qué usar la cocina mejorada y por qué no usar la cocina tradicional? La intención era concretar el aspecto o aspectos claves que incentivó el uso de las cocinas mejoradas (tabla 2).
Entre las motivaciones para el uso de estas cocinas, no se hizo mención al potencial beneficio salubrista que persigue este tipo de intervenciones, por lo que se indagó sobre temas puntales referidos a los procesos de capacitación y supervisión (tabla 3).
Aunque las capacitaciones en salud estuvieron ausentes, con la pregunta ¿qué malestares o enfermedades han disminuido?, se trató de obtener información concreta acerca de las perceptibles mejorías relacionadas con el uso de las cocinas mejoradas. Al parecer, la disminución del humo que amenazaba de manera directa a las mujeres, determinó la menor sensación de malestar en los ojos. Aunque los porcentajes fueran mínimos y solo acredite una leve mejoría de la tos y la gripe, era importante que las mujeres asociaran este bienestar con la cocina mejorada (tabla 4).
 Conversatorio Cocina mejorada Peru Los Andes

DISCUSIÓN
 
El paso de una cocina tradicional a una cocina mejorada sin duda es un cambio significativo en el estilo de vida de las mujeres de la comunidad de San Jerónimo, Apurímac, porque según afirman, conlleva a cambios favorables puesto que reduce considerablemente sus largas y agobiantes jornadas y esfuerzos para cocinar, disminuye los accidentes por quemadura, aminora sus gastos en la compra de leña y pueden mantenerse bien vestidas e impecables mientras cocinan; pero aún en estos hogares rurales los niveles de humo todavía están presentes, ya sea porque las condiciones físicas de las viviendas no ayudan a la evacuación completa de los gases o porque el 80 % de las cocinas mejoradas han sido construidas en espacios donde aún permanecen instaladas las cocinas tradicionales.
A través de los resultados obtenidos de las entrevistas y grupos focales, se pudo determinar que la implementación de cocinas mejoradas no fue un proyecto de salud con procesos que privilegiaran la sensibilización de los temas claves para el mejoramiento de la salud, de ahí que el 100 % de las entrevistadas informó que el proyecto no brindó mensajes en salud y en buenas prácticas, y no supervisó el desempeño de la cocina y de su uso. Estas ausencias, se concretaron en el escaso conocimiento de la población acerca de los temas estratégicos sanitarios y en particular en la nula información acerca del riesgo que representa el contacto permanente con el humo, lo que explica que en el 30 % de los hogares utilizaron simultáneamente las cocinas tradicionales y las mejoradas, y que ninguna de las mujeres se preocupó en utilizar correctamente las hornillas y la leña. Asimismo, ninguna supo precisar correctamente su tiempo de vida útil ni la totalidad de buenas prácticas para su correcta operación, aun con la presencia de una guía de buenas prácticas con imágenes y recomendaciones en español, ubicada al lado de la cocina mejorada. En este caso, se advierte que los desarrolladores no tuvieron un encuentro previo con la población ni se informaron del contexto a intervenir, de lo contrario, los mensajes hubieran respondido a las características particulares de las mujeres, mayoritariamente analfabeta.
El éxito de los proyectos de desarrollo en comunidades rurales se inicia con el conocimiento y comprensión previos de la dinámica social; por lo tanto esta etapa se convierte en un imperativo, no en una opción.
La construcción de cocinas mejoradas, por si sola, no constituye el recurso definitivo para brindar bienestar a la población. Esta es solo un componente dentro de un conjunto de acciones de naturaleza educativa y de salud, que en su totalidad se orientan al propósito de mejorar la salud de las personas, y aunque en este proyecto este propósito no fue mencionado por las mujeres como una de las motivaciones para seguir usándolas, se puede indicar que ellas sí percibieron una mejoría en sus malestares oculares, de tos y gripe, es decir, que aún con mínimas reducciones de humo, se fueron haciendo sensibles las percepciones de mejoría de sus malestares recurrentes.
Debe convertirse en una preocupación permanente que la población conozca e interiorice su real propósito, ya que ante cualquier mínimo desencuentro se corre el riesgo de que sea descartada. En este punto es importante destacar que las bajas temperaturas en las comunidades de los andes peruanos es un tema sensible que ha sido por largas décadas atenuadas por el aparente confort que únicamente les provee los humos de las cocinas tradicionales. Ante ello, se puede indicar que sin tener conciencia del daño que estos ocasionan, no es una posibilidad remota que la población retorne a la cocina tradicional, teniendo en cuenta que para este proyecto las cocinas mejoradas no presentaron ese atributo.
Este estudio nos indica que es imprescindible que se garanticen y maximicen los beneficios salubristas del proyecto, y para ello, deben incorporarse los procesos claves, conocer la población a intervenir y garantizar las condiciones para que el microcontexto doméstico coadyuve en el buen desempeño de la tecnología. Los desarrolladores deben apuntar a que la población no solo se haga favorecedora de una tecnología que le provea un bienestar parcial y transitorio, si no que este bienestar sea total y sostenible.
En fin, la percepción de las mujeres rurales de una comunidad en Los Andes peruanos acerca de las cocinas mejoradas, es favorable fundamentalmente en aspectos que conciernen a la economía familiar como es el ahorro de tiempo en la cocción de los alimentos y menos consumo de leña. La capacitación en salud y buenas prácticas fueron temas ausentes en la concepción del proyecto para el control de la contaminación del aire en viviendas rurales, de ahí que la percepción de las mujeres relacionadas con la salud es limitada y aunque describen la presencia de menos humo, mejoría en el dolor ocular y en la tos, no incluyen estos aspectos favorables en su decisión de seguir usando las cocinas. 
Se recomienda hacer los ajustes necesarios según el área de estudio para llevar a cabo un real proyecto de salud eficiente y participativo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas (IV)

Cocinas Mejoradas

 Soy Sandra, socióloga peruana empeñada y ocupada en crear las condiciones que permitan mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades rurales andinas.

Te traigo la cuarta parte de uno de mis trabajos, vinculado al tema cocinas mejoradas que fue recientemente publicado en la Revista Cubana deSalud Pública  y se titula Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas.
En la Introducción de este trabajo, te explicaba que en la mayoría de los hogares rurales en Perú se usan cocinas tradicionales que emplean combustible productores de humo, contaminante del ambiente con afectaciones en la salud. El control de la contaminación del aire en viviendas rurales está siendo atendido con la implementación de proyectos de cocinas mejoradas.
En publicaciones anteriores, te comenté sobre los objetivos  de esta investigación que eran analizar las percepciones de las mujeres acerca del uso de la cocina mejorada y sus beneficios en salud. Y también te describí las características del método aplicado.
En esta ocasión quiero comenzar a mostrarte los resultados alcanzados en esta indagación sobre las percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas.




CARACTERIZACIÓN DEL CONTEXTO FÍSICO INTRADOMICILIARIO Y PRÁCTICAS FAMILIARES

Te recuerdo que este estudio se realizó en hogares rurales de cinco comunidades del municipio de San Jerónimo, Apurímac, Perú en enero de 2009. La muestra estuvo compuesta por 20 madres de las 30 que contaban con una cocina mejorada desde hacía más de un mes. La selección fue realizada con el apoyo de los promotores locales.
Las 20 madres seleccionaron fueron aquellas que tuvieron mayor participación en todas las campañas de cocinas mejoradas y eventos de salud del municipio, y quienes a su vez ayudaron en la difusión del uso de las mismas.
Pudimos observar que:
El área de estudio presenta una temperatura media anual de 13 °C y se encuentra ubicada a una altitud de 2 944 m sobre el nivel de mar.
Las edades de las entrevistadas fluctuaron entre los 20 y 45 año y el número promedio de niños menores de 10 años por vivienda era de 2.
El 90 % de las entrevistadas declararon ser analfabetas. Todas se dedicaban a las tareas del hogar, el pastoreo y el cuidado de sus huertos.
Según el 95 %, la edad aproximada en la que empezaron a cocinar fue a los nueve años.
El 5 % indicó haber iniciado con menos edad.
Las familias son de tipo nuclear y están constituidas por siete integrantes en promedio.
El 100 % de las paredes de las viviendas son de adobe, y los pisos de tierra. El 70 % presenta techos de metal corrugado y el 30 % techos de teja.
El ingreso económico familiar -aproximadamente 30 dólares mensuales a la conversión vigente- está basado esencialmente en la pequeña comercialización de sus actividades agrícolas y pecuarias.
El combustible utilizado es fundamentalmente leña, hojas, ramas secas, tallos y bosta. La leña se compra semanalmente. Durante el día, las puertas de las cocinas se encuentran abiertas para permitir que la luz ilumine el interior. Todas las cocinas tienen conexión con el ambiente exterior.
Sin embargo, durante la noche con el descenso de la temperatura ambiental, la puerta se cierra y la familia procura estar al interior de la vivienda para lograr confort térmico.
A través de la observación se pudo determinar aquellas condiciones del contexto físico intradomiciliario que contribuyeron a mantener la contaminación del aire por la quema de biomasa, aun cuando se comprobó que cada vivienda contó con la construcción de una cocina mejorada.
Ejemplos de ello, es que el 45 % de los techos, cuyas áreas se encontraron circundantes a la chimenea permitieron el reingreso del humo, en el 30 % de las viviendas, las cocinas tradicionales y las cocinas mejoradas funcionaron simultáneamente, en el 20 %, las cocinas tradicionales estuvieron funcionando al interior de la vivienda, en tanto que la nueva tecnología -a solicitud de las interesadas- estuvo ubicada al exterior medianamente protegida con láminas de plástico y sin uso evidente. Se observó que solo el 50 % hizo uso de su cocina mejorada sin eliminar su cocina tradicional. Esto es fácil de observar en la foto siguiente.
 


Cocinas Mejoradas


En esta otra fotografía se puede apreciar que los ambientes donde se cocinaba en cada casa, donde se construyó una cocina mejorada, existía una guía en español con ocho recomendaciones textuales y graficadas. Sin embargo, el 100 % de las mujeres no supo indicar al menos una de ellas y el mismo porcentaje tenía malas prácticas con el uso de las hornillas y de la leña, estas últimas sobrepasaban el tamaño de la entrada de la cámara de combustión, lo que también contribuyó a la presencia de humo dentro de la habitaciones. 

Cocinas Mejoradas

Si quieres leer, descargar o darle repercusión a esta investigación de manera íntegra, puedes buscarla  en Revistas Medicas Cubanas 
Recuerda que puedes seguirme a través de mi cuenta de Twitter @Sociologaperu o buscar mi pagina de Facebook  Centro Promotor De Salud Ambiental. También puedes escribirme a sandrazenaperu@gmail.com o llenar el formulario que encabeza este blog.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Los pueblos indígenas, muchas preguntas y respuestas



 “Pueblos indígenas para el mundo del mañana”, firmado por el antropólogo y activista británico Stephen Corry, es un libro esclarecedor que responde muchas preguntas sobre el tema.
¿Quiénes son los pueblos indígenas? ¿Cómo viven? ¿Por qué los Gobiernos los odian? ¿Están condenados a desaparecer? Respaldado por pueblos indígenas y antropólogos de todo el mundo, este libro, que responde a estas y muchas otras cuestiones, es el resultado de toda una vida dedicada a la defensa de los pueblos indígenas y tribales.
Su autor defiende con pasión, y con grandes dosis de controversia, que la caza y el nomadismo no son prácticas ni “atrasadas” ni “primitivas”, sino opciones inteligentes y conscientes, y que el respeto a la legislación y la comprensión de los prejuicios racistas resolverá la mayoría de los problemas de los pueblos indígenas. Arroja luz sobre las contribuciones pioneras, pero nada reconocidas, que los pueblos indígenas han hecho al mundo y expone la verdad incómoda de que su supervivencia es del interés de todos.

Robo de sus tierras

Asegura que los problemas a los que se enfrentan los pueblos indígenas no guardan ninguna relación con su supuesto fracaso para adaptarse a la “modernidad”. Estos, sugiere, emanan sencillamente del robo de sus tierras y recursos acompañado de los intentos por forzarlos a integrarse a la sociedad dominante. Los crímenes descritos son una herencia de la esclavitud y el colonialismo y solo cesarán cuando exista una marea de opinión pública que lo reconozca.