lunes, 10 de noviembre de 2014

Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas (IV)

Cocinas Mejoradas

 Soy Sandra, socióloga peruana empeñada y ocupada en crear las condiciones que permitan mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades rurales andinas.

Te traigo la cuarta parte de uno de mis trabajos, vinculado al tema cocinas mejoradas que fue recientemente publicado en la Revista Cubana deSalud Pública  y se titula Percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas.
En la Introducción de este trabajo, te explicaba que en la mayoría de los hogares rurales en Perú se usan cocinas tradicionales que emplean combustible productores de humo, contaminante del ambiente con afectaciones en la salud. El control de la contaminación del aire en viviendas rurales está siendo atendido con la implementación de proyectos de cocinas mejoradas.
En publicaciones anteriores, te comenté sobre los objetivos  de esta investigación que eran analizar las percepciones de las mujeres acerca del uso de la cocina mejorada y sus beneficios en salud. Y también te describí las características del método aplicado.
En esta ocasión quiero comenzar a mostrarte los resultados alcanzados en esta indagación sobre las percepciones de mujeres rurales de una comunidad peruana acerca de su desempeño con cocinas mejoradas.




CARACTERIZACIÓN DEL CONTEXTO FÍSICO INTRADOMICILIARIO Y PRÁCTICAS FAMILIARES

Te recuerdo que este estudio se realizó en hogares rurales de cinco comunidades del municipio de San Jerónimo, Apurímac, Perú en enero de 2009. La muestra estuvo compuesta por 20 madres de las 30 que contaban con una cocina mejorada desde hacía más de un mes. La selección fue realizada con el apoyo de los promotores locales.
Las 20 madres seleccionaron fueron aquellas que tuvieron mayor participación en todas las campañas de cocinas mejoradas y eventos de salud del municipio, y quienes a su vez ayudaron en la difusión del uso de las mismas.
Pudimos observar que:
El área de estudio presenta una temperatura media anual de 13 °C y se encuentra ubicada a una altitud de 2 944 m sobre el nivel de mar.
Las edades de las entrevistadas fluctuaron entre los 20 y 45 año y el número promedio de niños menores de 10 años por vivienda era de 2.
El 90 % de las entrevistadas declararon ser analfabetas. Todas se dedicaban a las tareas del hogar, el pastoreo y el cuidado de sus huertos.
Según el 95 %, la edad aproximada en la que empezaron a cocinar fue a los nueve años.
El 5 % indicó haber iniciado con menos edad.
Las familias son de tipo nuclear y están constituidas por siete integrantes en promedio.
El 100 % de las paredes de las viviendas son de adobe, y los pisos de tierra. El 70 % presenta techos de metal corrugado y el 30 % techos de teja.
El ingreso económico familiar -aproximadamente 30 dólares mensuales a la conversión vigente- está basado esencialmente en la pequeña comercialización de sus actividades agrícolas y pecuarias.
El combustible utilizado es fundamentalmente leña, hojas, ramas secas, tallos y bosta. La leña se compra semanalmente. Durante el día, las puertas de las cocinas se encuentran abiertas para permitir que la luz ilumine el interior. Todas las cocinas tienen conexión con el ambiente exterior.
Sin embargo, durante la noche con el descenso de la temperatura ambiental, la puerta se cierra y la familia procura estar al interior de la vivienda para lograr confort térmico.
A través de la observación se pudo determinar aquellas condiciones del contexto físico intradomiciliario que contribuyeron a mantener la contaminación del aire por la quema de biomasa, aun cuando se comprobó que cada vivienda contó con la construcción de una cocina mejorada.
Ejemplos de ello, es que el 45 % de los techos, cuyas áreas se encontraron circundantes a la chimenea permitieron el reingreso del humo, en el 30 % de las viviendas, las cocinas tradicionales y las cocinas mejoradas funcionaron simultáneamente, en el 20 %, las cocinas tradicionales estuvieron funcionando al interior de la vivienda, en tanto que la nueva tecnología -a solicitud de las interesadas- estuvo ubicada al exterior medianamente protegida con láminas de plástico y sin uso evidente. Se observó que solo el 50 % hizo uso de su cocina mejorada sin eliminar su cocina tradicional. Esto es fácil de observar en la foto siguiente.
 


Cocinas Mejoradas


En esta otra fotografía se puede apreciar que los ambientes donde se cocinaba en cada casa, donde se construyó una cocina mejorada, existía una guía en español con ocho recomendaciones textuales y graficadas. Sin embargo, el 100 % de las mujeres no supo indicar al menos una de ellas y el mismo porcentaje tenía malas prácticas con el uso de las hornillas y de la leña, estas últimas sobrepasaban el tamaño de la entrada de la cámara de combustión, lo que también contribuyó a la presencia de humo dentro de la habitaciones. 

Cocinas Mejoradas

Si quieres leer, descargar o darle repercusión a esta investigación de manera íntegra, puedes buscarla  en Revistas Medicas Cubanas 
Recuerda que puedes seguirme a través de mi cuenta de Twitter @Sociologaperu o buscar mi pagina de Facebook  Centro Promotor De Salud Ambiental. También puedes escribirme a sandrazenaperu@gmail.com o llenar el formulario que encabeza este blog.

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